Todo sucede deprisa en televisión. Por eso, resulta útil remontarse un poco en el tiempo. Según los datos de audimetría, la cadena líder en mayo de 2006 era TVE-1 con el 24,2% de share. Pronto la primera cadena se vio superada por Telecinco, que estuvo más de dos años como líder. Pero la cadena de Mediaset se ha vuelto a ver superada por la pública. El liderazgo se logra ahora en torno a los 17 puntos y Telecinco (14,9) ha perdido más de 7 desde mayo de 2006, en un mercado donde la fragmentación es imparable. Antena 3, que ha perdido 4,4 puntos desde mayo de 2006 y ahora se encuentra en segunda posición (15,4%), superada por TVE-1 (17%). En la revolución de las audiencias de televisión que se produce desde 2006 destacan tres cuestiones. En mayo de 2006, las televisiones públicas (sumando autonómicas y estatales) acumulaban el 46,5% del share. Ahora alcanzan el 36,4% y su retroceso continúa, a la par que sufren cierta crisis de identidad porque la búsqueda de cotas más altas de audiencia les lleva a descuidar su vertiente de servicio público. Lo que Sofres denomina “otras??? (locales, cable, satélite, TDT) supone ya el 15,5%, un 8,6% más que en mayo de 2006. Cuatro y La Sexta sumaban el 6,1%. Hoy suponen el 13,2% y subiendo. Las pautas generales parecen claras. Las televisiones comerciales líderes parecen en retroceso de audiencia. Las públicas, en pleno debate sobre su financiación y el papel que debe jugar en ellas la publicidad, continúan su declive. Formas de TV como cable, satélite y TDT crecen en vísperas del “apagón analógico???. El auge de YouTube, la facilidad con que algunos segmentos de la audiencia descargan contenidos en internet y la entrada de contenidos televisivos en móviles, son exponentes de la transformación de un medio en estado de flujo. Los anunciantes están tomando nota.
Fuente : Gaceta.es
Claudio Hernández Diesl.com